El drapeado es una técnica con mucha historia. De hecho, sus orígenes se remontan al año 3500 a.C, periodo en donde el lino empezó a predominar como tejido en el Antiguo Egipto.
Y aunque puede que no lo reconozcas de inmediato, esta técnica ha dejado su huella en la moda hasta llegar a las grandes pasarelas de alta costura contemporáneas.
No hay duda. El drapeado ha sido un pilar en la confección y diseño de prendas. Por ese motivo en especial, hoy exploramos su concepto y estudiamos cómo el arte del drapeado ha logrado consolidarse en el mundo téxtil. ¿Te interesa?
¡Comencemos!
¿Qué significa drapeado?
El drapeado es una técnica que involucra la manipulación de tela drapeada para crear estructuras y formas en la ropa.
En esencia, el drapeado implica el plegado, torcimiento y costura de telas en patrones y diseños específicos, con el fin de otorgar volumen, movimiento y textura.
Uno de los ejemplos más populares es el vestido drapeado, especialmente aquel con un patrón de vestido drapeado en la cintura.
Drapeado en alta costura
El drapeado de alta costura se remonta a siglos atrás, cuando las telas lujosas eran meticulosamente plegadas para crear vestimentas para la realeza y la élite.
Imaginemos un vestido con pliegues finamente orquestados que fluyen con gracia; eso es el drapeado de telas en su máxima expresión.
Hoy, grandes casas de moda también lo incorporan para presentar piezas icónicas en las pasarelas.
¿Cómo hacer drapeado en tela paso a paso?
Nos emociona que quieras aprender a realizar el drapeado en tela. Y a pesar de que el proceso puede ser más complejo, hemos querido compartir contigo algunos consejos básicos. Presta atención:
1. Escoge la tela para drapeado correcta. No todas las telas se crean de la misma forma y, por lo tanto, no todas se drapean de la misma manera.
Las telas suaves y flexibles, como la gasa, la seda o el crepé, son ideales ya que caen con gracia y permiten crear pliegues más definidos. No olvides tener en cuenta el diseño que tienes en mente; algunos requerirán telas con más cuerpo que otros.
2. Estira la tela sobre un maniquí. Nuestra recomendación es colocarla sobre uno que tenga las medidas adecuadas al diseño que estás creando. Comienza en el área que quieras enfatizar con el drapeado, ya sea la cintura, el busto, las caderas, entre otros. Esta base te permitirá visualizar y ajustar el diseño en tiempo real.
3. Usa alfileres para sostener temporalmente los pliegues en su lugar. Esta etapa es crucial. A medida que trabajas con la tela, descubrirás que los pliegues y patrones se van formando de manera casi orgánica. Los alfileres te ayudarán a mantener esos descubrimientos ceñidos al cuerpo mientras perfeccionas el diseño.
4. Experimenta con diferentes pliegues, giros y patrones. El drapeado es tanto una ciencia como un arte. No tengas miedo de jugar con la tela, probar diferentes técnicas y encontrar el diseño que buscas. Recuerda, la belleza está en los detalles.
5. Una vez satisfecho con tu diseño, cose la tela en su lugar. Asegúrate de que todo esté bien sujeto y que los pliegues se mantengan en la posición que deseas. Una vez cosida, la tela mantendrá su forma y tendrás una prenda con un drapeado hermoso y único.
Tipos de drapeado
Existen diferentes maneras de jugar con las telas. A continuación, te presentamos algunos de los tipos de drapeado más populares:
Fruncidos
Son pliegues pequeños y regulares creados al reunir la tela en segmentos uniformes. Este tipo de drapeado, por su naturaleza, genera un aumento de volumen, aportando un aspecto texturizado y tridimensional a la pieza de ropa.
Tradicionalmente, los fruncidos se han utilizado en la confección de prendas como faldas, mangas y cuellos, y son una excelente técnica para enfatizar y realzar ciertas áreas del cuerpo.
Por ejemplo, en un vestido, el fruncido en la cintura puede ayudar a destacar la silueta y proporcionar un efecto visual más afinado.
Además, cuando se incorpora en las mangas, los fruncidos pueden dar un aspecto más voluminoso y dramático, lo que es especialmente popular en diseños inspirados en estilos victorianos o renacentistas.
Brunches
Esta técnica del drapeado es singular y se caracteriza por formar pequeños bultos o montículos que emergen de la superficie de la tela.
A diferencia de otros métodos de drapeado que trabajan principalmente con pliegues lineales o curvos, los brunches introducen pequeñas protuberancias que aportan un dinamismo distintivo a la pieza.
Los brunches suelen encontrarse en vestidos y blusas de alta costura, especialmente en zonas donde se busca destacar o aportar un elemento decorativo, como puede ser el escote, las mangas o la parte frontal de una prenda.
Bengalas
Se caracteriza por sus pliegues radiantes que fluyen desde un punto central, similar a cómo los rayos del sol se extienden desde su núcleo. Los pliegues de las bengalas, al abrirse y expandirse, crean un efecto visual dinámico que puede infundir movimiento y vida a una prenda.
La belleza de las bengalas radica en su capacidad para aportar una sensación de fluidez y amplitud.
Cuando se aplica a faldas o vestidos, por ejemplo, las bengalas pueden hacer que la tela flote y baile alrededor del cuerpo con cada movimiento, ofreciendo una elegancia sin esfuerzo.
Esta técnica es comúnmente utilizada en faldas acampanadas, vestidos con vuelo y, en ocasiones, en las mangas para darles un toque más dramático.
Gajos
Este tipo de drapeado se basa en la idea de reunir o pellizcar la tela en puntos específicos, lo cual da lugar a pliegues que se extienden en una forma similar a un abanico o un sector de un círculo.
Como diseñadores de moda, al utilizar los gajos en una prenda, pueden añadir una dimensión visual intrigante, creando un juego de luces y sombras en la tela, a la vez que aporta cierto volumen y estructura.
Una característica única de los gajos es su versatilidad. Aunque típicamente se ven en vestidos y faldas, también pueden aplicarse a blusas, chaquetas e incluso accesorios, como bufandas y chales.
En la evolución de la moda, los gajos han pasado de ser una técnica tradicional a ser reimaginados en diseños modernos, mostrando que las técnicas clásicas de drapeado, como esta, siguen siendo relevantes y transformadoras en la confección de prendas actuales.
Ejemplos de drapeados en tela
La versatilidad del drapeado no se limita solo a la moda de alta costura. A continuación, te presentamos algunos ejemplos concretos de cómo el drapeado ha influenciado diversos diseños:
1. Las faldas con drapeado básico en la cintura: un ejemplo clásico en el mundo de la moda. Estas faldas, que cuentan con un drapeado básico en la cintura, añaden volumen de manera estratégica. No solo proporcionan un toque de estilo y moda, sino que también favorecen a diferentes tipos de cuerpo, equilibrando proporciones y destacando la cintura.
2. Vestidos de noche con técnica de drapeado: aplicando la técnica de drapeado en vestidos, se realza la silueta de manera sutil. Las draperias bien colocadas pueden enfatizar o suavizar curvas, y ofrecer un toque de glamour que nunca pasa de moda.
3. Cortinas con drapeado: más allá de la moda, el drapeado también se ha ganado un lugar en la decoración de interiores. Las cortinas con drapeado paso a paso son un ejemplo perfecto.
Estas cortinas, con sus pliegues y caídas perfectamente diseñados, aportan elegancia a cualquier espacio, transformando una simple ventana en un punto focal del diseño interior.
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